Los oleatos se obtienen de la maceración de las partes floridas de las plantas en un aceite portador de buena calidad, en este caso de oliva, combinando la aportación de ácidos grasos del aceite base con sustancias lipófilas procedentes de las flores, con propiedades beneficiosas para la piel. En este caso vamos a hacer un oleato o aceite de hipérico (aunque se puede hacer de caléndula, romero, tomillo, etc.) Este aceite con las propiedades beneficiosas de las plantas nos sirve como aceite base o como sobreengrasado a la hora de hacer los jabones. También se puede utilizar para darnos masajes, en concreto éste calma el dolor, aplicando friegas; en caso de reuma, ciática, etc.
Éste es el hipérico seco, también llamad hierba de San Juan, porque brota en esta época. En su uso externo se usa para aliviar dolores musculares, reumáticos, ciática, etc.). Para hacer el oleato se necesita la planta, que en este caso está seca.
Necesitamos aceite de oliva y un tarro hermético. Yo uso el aceite de oliva, además de por sus propiedades por todos conocidos, es el aceite predominante en mis jabones, así puedo echar más cantidad, que si lo hiciera de girasol, maíz, etc. Las cantidades más o menos son mezclar medio litro de aceite de oliva y 150 gramos de flor de hipérico (o la planta que queráis usar).
Se rellena medio bote con aceite de oliva.
Después echamos la planta, en este caso el hipérico.
Rellenamos el bote de cristal hasta arriba.
Hasta donde llega la tapa más o menos.
Se cierra y se etiqueta con la fecha en la que lo hemos envasado y el nombre del aceite. El aceite de hipérico hay que dejarlo macerar al sol durante un mes, aproximadamente, removiendo bien todos los días.
Como hoy he hecho el aceite de hipérico no tenía fotos para poder seguir con el paso a paso, así que he utilizado un aceite de caléndula que tenía ya hecho desde hacía un mes. Imaginaos que ha pasado un mes y que tenemos listo el aceite. Lo que tenemos que hacer es colarlo con un colador, chino o lo que tengáis a mano.
Se aprieta con una cuchara para sacar todo el aceite. Y la planta la tiramos a la basura porque ya le hemos sacado todas las propiedades. Hay quien las añade al jabón, pero yo no lo hago.
Envasamos el aceite resultante, etiquetando de nuevo con la fecha de ese día y el nombre del aceite, más que nada para distinguirlos si tenemos muchos.
Estos son mis oleatos: de izquierda a derecha, aceite de caléndula, aceite de romero, aceite de lavanda, aceite de malva, aceite de azahar y aceite de ortiga verde. Estos aceites que ya están terminados se tienen que guardar en sitio oscuro para que no se estropeen. Y ya hemos terminado. Es muy fácil y te ahorras mucho dinero haciéndolo tú, porque estos aceites suelen ser muy caros.
6 comentarios:
Fantástico Eva, esto lo tengo que probar yo. Muchas gracias y un besote.
ohhhhhhhhh¡¡¡ que pasada , gracias lo probaré.
Buenas , esto del oleato me parece estupendo, pero me podrías decir que porcentaje le echáis al jabón? yo ya he empezado en pequeñas proporciones
Gracias
Marta la proporción que se echa es 1/10, o sea, si se echa 100 gramos de plantas secas, se tiene que echar 1 litro de aceite. Mejor que lo hagas con aceite de oliva, porque así puedes echar más cantidad de aceite a los jabones.
Hola eva.
tengo unos oleatos de romero y lavanda hechos desde hace unos meses y me da la sensacion por el olor que se han enranciado.
Cuanto tiempo te suelen durar un oleato en el bote???
gracias
HOla Manuel, los has hecho con flor seca o con flor fresca, se hacen con flor seca, a mi no se me ha enranciado ninguno y tengo alguno de 4 meses, lo que pasa es que suelo utilizarlos enseguida.
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