Es un pan sacado del libro “El aprendiz de panadero” de Peter Reinhart.
El método de fermentación retardada es único: se basa en el uso de agua helada y permite la liberación de los sabores que contiene la harina de un modo diferente al método tradicional. Los ciclos de mezclado y fermentación en frío retrasan la activación de la levadura hasta que la masa alcanza la temperatura ambiente y la levadura despierta y empieza a alimentarse de los azúcares que no existían el día anterior.
Receta:
- 765 gr., de harina de fuerza (la utilicé ecológica, comprada en El Amasadero)
- 15 gr., sal
- 10 gr., de levadura fresca o 5 gr., de levadura seca instantánea.
- 560 mililitros de agua helada (4º)
Esta receta se hace durante dos días (no os asustéis que no es mucho trabajo).
Primer día: Echar la harina, la sal, la levadura y el agua en un robot de cocina y amasarla, o hacerlo a mano. Es una mezcla bastante pringosa. Después de amasar, engrasar un cuenco grande con aceite de oliva, echar dentro la masa con una espátula mojada en agua, pulverizar con aceite de oliva y tapar con film de cocina. Dejar toda la noche en la nevera.
Segundo día: Hay que comprobar que la masa haya doblado el volumen, si no es así dejar a temperatura ambiente la masa hasta que doble el volumen. Espolvorear la superficie de trabajo con mucha harina. Poner la masa encima con ayuda de una espátula mojada en agua fría y las manos mojadas también. Hay que intentar desgasificar la masa lo menos posible durante la transferencia. Si la masa está muy húmeda echar más harina por encima y por debajo. Secarse las manos y enharinárselas, extender la masa hasta obtener una masa de unos 20x15cm. de anchura. Cortar las barras y trasladarlas a una bandeja de horno. Rociarlas con semolina o harina de maíz y pulverizarlas con aceite de oliva por encima.
Horno: la cocción en el horno es una de las cosas más importantes a la hora de hacer buen pan. Hay que precalentar el horno a la máxima temperatura, yo lo hice a 300º. Hay que asegurarse de meter una bandeja en el fondo del horno vacía para generar vapor de agua. Mete las barras a hornear, echa una taza de agua en la bandeja del vapor y cierra la puerta del horno. Al cabo de 30 segundos, rocía las pareces del horno con agua y cierra la puerta. Repite dos veces más a intervalos de 30 segundos. Tras la tercera vez, baja el termostato del horno a 250º. El pan debería empezar a dorarse a los 8 o 9 minutos, tienes que seguir cociéndolas de 10 a 15 minutos más. Es tiempo orientativo porque cada horno es un mundo.
Sacar del horno y poner en una rejilla a enfriar. Espero que os guste. Es un pan que congela muy bien. Tiene un sabor y un olor impresionante.
9 comentarios:
EVA HACES A TODO,QUE MARAVILLA,ANOTO LA RECETA.
UN ABRAZO
Alaaaaaaaaaaaaa!! Que rico!!!
Eva, yo quiero dos barras doraditas todos los días, ya sabes cuando recojas a la niña me las acercas.
Yo quiero, madalenas de chocolate, pan y algo más que seguro que haces, para este fin de semana. Así me lo llevo para mi casa XDDDD
Monika, haz este pan es espectacular el sabor y el olor, ya me contarás. Besos.
Ana, tú pide por esa boquita, no te preocupes que algunas madalenas te comerás de chocolate, jajajaja. Aunque te recuerdo que la que me ibas a invitar a desayunar eres tú. Besos.
Olga, otra que parece que le ha hecho la boca un fraile jajajaja. Están buenísimas anímate a hacerlas. Besos.
Si si, y sigue en pie la invitación, lo que no quita para que me traigas una bolsita con madalenas, pan... para el viaje de vuelta XD
Eso, eso, eso, tú pide por esa boquita, que parece que te ha hecho la boca un fraile jajajaja. Besos.
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